Los detenidos eran sospechosos de integrar una organización de “coyotes” que introducía migrantes sin papeles en EE.UU. a través de México, cobrándoles cerca de US$10.000 a cada uno por la travesía terrestre. UU. contra esas mafias, involucrando desde fiscales federales en el sur del país hasta agentes de la Patrulla Fronteriza, el